lunes, 24 de junio de 2024

NUEVA CARTA ABIERTA AL CANSINO NACHO RUIZ

Al cansino Nacho Ruiz:

 

Hace uno días te escribía una carta abierta comenzando por un “estimado Nacho Ruiz”. Ante tu persistencia -la tuya, que no la mía- en seguir mintiendo, pública y privadamente, es por lo que me molesto en defender a mi amigo y admirado Ramón Gaya y ya, de paso, mejor cambio el adjetivo calificativo de estimado por cansino. Sí, ya sé que la obra de un creador puede defenderse sola, pero me gusta a mí entrar en esos otros terrenos en los que pareces moverte con libertad y placer, por mucho tono quejumbroso que pretendas transmitir y por mucha queja que expreses, por las redes precisamente. Pero que conste que, si lo hago, si me rebajo a tu altura, sólo lo hago por esos motivos. Los personales, como comprenderás, me son totalmente indiferentes.

 

Pero vayamos al grano de lindezas que escribes en los medios (y no en las dañinas redes, que también).

 

Ramón Gaya no recibió personalmente subvención alguna. Otra cosa es que vendiera alguna obra a las instituciones que querían comprársela, a la par que él mismo regalaba a esa institución alguna obra más. Cuando en tu artículo hablas de las subvenciones y las inversiones realizadas por las instituciones murcianas a Ramón Gaya, se te olvida explicitar que esas cantidades se utilizaban sobre una colección de obras, no sobre la persona. Unas obras que habían sido cedidas a la ciudad de Murcia por el propio autor. Por cierto, una obra que vive en Murcia desde ese momento. Que tú hables de que Gaya murió en Valencia y no en Murcia donde no quiso vivir -pero donde sí quiso estar enterrado-, lo que dice -y mucho- es sobre tu miseria intelectual y moral.

 

Que una persona como tú se deslumbre ante un personaje que pinta murales con la ayuda de un proyector y dice hacer esculturas sin gubia, no me extraña que tenga el juicio crítico que tiene sobre la obra de Gaya. Ese es tu problema -y de quienes por ti se dejan aconsejar-, pero que hables de la generación de los años veinte/treinta en sentido nostálgico por no ver su obra expuesta como la de Gaya, te explico de nuevo que de las pocas obras que pueden verse de esa generación en un espacio público, están en el Museo Ramón Gaya, obras compradas y posteriormente donadas a la ciudad por él. ¿Lo entiendes? ¿Te das cuenta de que antes que tú, ya reivindicó el propio Gaya a esos pintores con su palabra y su dinero? Otra cosa es que la obra de estos no haya sido donada, ni comprada por institución alguna, ya que parecen invertir los pocos recursos de que disponen en trabajos que tú gestionas.

 

Este año, por ejemplo:

 

1º.- MAGNA URBE. Caravaca de la Cruz. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 

2º.- ‘La edad de plata’. Palacio Almudí. Ayuntamiento de Murcia.

3º.- ‘KELLSCOLLEGE’. Centro Párraga. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 

4º.- FERIA ARCO. Ayudas económicas a las galerías murcianas (Art nueve y T20) con fondos de la Comunidad Autónoma.

5º.- ‘AGNOSIA, Juan Belando’.  Centro Párraga. Comunidad Autónoma de la Región de Murcia. 

6º.- “Cosmología. Los guardianes de la luz” Rosell Meseguer. El Batel de Cartagena 

7º.- “La persistencia del deseo”. Nadín Espina. Cárcel Vieja. Ayuntamiento de Murcia. 

8º.- ‘SAT’ José Filemón. Molinos del Río. Ayuntamiento de Murcia.

 

Por favor, que alguien protegido por los medios y por las instituciones de la región, de lo único que sepa hablar es de sí mismo, de lo bien que lo hace todo y de lo mal que se ha gestionado todo hasta que él llegó, nos recuerda a esos que no paran de denunciar el fango ajeno mientras escupen el propio.

 

Yo de ti, cansino amigo, me callaba cuanto antes.

 

Juan Ballester

 

PD. Hablas también en los medios de la multireproducción de la obra de José Planes. Vaya, precisamente alguien me habló de que una cabeza de Planes que llevaste a la infumable exposición de La Edad de Plata -no me extraña que la bajaras tú mismo de categoría-, es una de esas multireproducciones y creo que de tu propiedad.

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