martes, 1 de febrero de 2022

MIGUEL BARCELÓ O EL TOREO DE SALÓN

Aguafuertes de Miguel Barceló expuestos en la Galería La Aurora de Murcia


No se sabe muy bien por qué, pero siempre que uno lee algo sobre el pintor mallorquín Miguel Barceló, aparecen los nombres de Goya, o de Picasso y -como no-, se le cita como el referente actual del éxito comercial, como el “top” de los precios en el mundo del arte. Y no es que uno dude de tales influencias pictóricas, tan evidentes, o de que se trate del pintor español, vivo, más cotizado dentro de los circuitos comerciales del arte; no, se trata de que esas continuas coletillas que este pintor suele llevar aparejadas con su obra, más que méritos artísticos, suenan como reclamos para atraer a los menos “enterados” y más “adinerados”, personas que, por regla general, si se acercan al mundo del arte es exclusivamente con fines especulativos o epatantes.

 

Desde hace unos días pueden verse en la galería murciana La Aurora quince aguafuertes de temática taurina y que, junto a otros cuarenta y siete, componen un proyecto más amplio realizado por Barceló y denominado “Lanzarote” -por estar realizados en esa isla canaria-. En estas obras el autor ha escogido el mundo del toreo, pero, a diferencia de los grabados de Goya o de los dibujos de Picasso -unas obras muy inspiradas en la realidad del toreo que cada uno de ellos tuvo a su alcance-, en el caso de Barceló tienen más de tópico que de suceso vivido. Es más, su temática particular dentro de la temática general taurina, o es muy afín a la de Goya y, sobre todo, a la de Picasso, o, en el peor de los casos, retrata ese lugar común al que iconográficamente nos ha conducido la visualización de imágenes de la realidad. Y es que penetrar en el mundo taurino sin llegar a sentirlo desde dentro hace que fácilmente caigas en el toreo de salón, o sea, en una mirada superficial sobre el tema escogido.

 



Eso en cuanto a la temática, el contenido o el sentimiento de las obras, aunque, también es verdad que, en cuanto a la técnica utilizada, como a la estética conseguida, los resultados le han quedado a la altura que suele tener este pintor. En definitiva, mucho y bueno Miguel Barceló, pero menos toreo.

 

 P.D. Y “chapeau” por la Galería La Aurora, una galería que desde hace muchos años ha hecho posible que veamos en Murcia unas obras y unos autores de reconocida trayectoria artística.





 

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